El hijo adoptivo de Sesma, Manuel Elkin Patarroyo, recibió el Premio Príncipe de Viana
El investigador Manuel Elkin Patarroyo manifestó ayer, tras recibir el Premio Príncipe de Viana de la Solidaridad 2011, que la lucha contra la malaria avanza, como así lo demuestra la "reducción de un 50% de los casos, según reveló el CDC de Atlanta hace unos meses". No obstante, estos progresos no deben hacer olvidar que "cada año enferman 250 millones de personas" por esta enfermedad, de las cuales "un millón mueren".
En este sentido, el investigador se refirió al dato aportado por varias entidades que afirma que con 6.000 millones de dólares al año se podría erradicar por completo la malaria en todo el mundo. Para poder realizar la gesta, apuntó Patarroyo, se deben "cumplir varios factores". En primer lugar, el científico apuntó que es necesario "potenciar el desarrollo de una nueva vacuna más eficaz que las presentes y nuevos fármacos" que combatan la enfermedad. En el mismo sentido, precisó Patarroyo, hay que "desarrollar insecticidas más potentes para eliminar a los mosquitos que transmiten la malaria". Actualmente, Patarroyo trabaja en una inyección que en pruebas con los monos ha mostrado un 90% de éxito.
Precisamente, el gesto de donar en 1995 su vacuna contra la malaria, cuya eficacia era más reducida que la actual, con un 40% de éxito, ha sido uno de los principales motivos por los que el jurado decidió otorgar el galardón al científico colombiano.
En su discurso en Baluarte, Patarroyo expresó su "cálido agradecimiento" a los príncipes de Asturias y Viana, al jurado, a los patrocinadores, a la Asociación para la Investigación Solidaria Sadar de Pamplona (que les propuso para el premio) y la sociedad navarra. De hecho, Patarroyo recordó que fue nombrado hijo adoptivo de la villa de Sesma y aseguró que, "además de ser colombiano", también es "y con mucho orgullo, navarro y sesmero".
Al respecto, el investigador aseguró que se ha llegado a "identificar" con "estas nobles gentes de Navarra" y relató que ha "degustado pochas, las chuletillas de cordero asado en ramas de sarmiento, los espárragos de Navarra" y, añadió, "no sé si es una irresponsabilidad mencionar que he participado en el encierro de los Sanfermines un par de veces, lo cual me fue expresamente prohibido posteriormente por un amigo".
Su "felicidad" explicó, viene también porque "después de 16 años de donar la patente de nuestra vacuna, el mundo ha comprendido cada vez más nuestro gesto de solidaridad". "Y es que -prosiguió el Premio Príncipe de Viana 2011- nuestra institución cree firmemente que la especie humana es una sola, sin distingo de razas, religiones, fronteras, lenguas, posiciones económicas, políticas o sociales y que todos debemos trabajar en el bienestar y el desarrollo de la humanidad".