A pesar de la amenaza de lluvia, cientos de personas se acercaron ayer por la mañana hasta Sesma para conocer un poco más de cerca los orígenes y la historia de esta pequeña población gracias al homenaje que año tras años hacen al oficio del espartero, un trabajo que sirvió de sustento para más de 200 familias.
Los vecinos festejaron por todo lo alto la XVII Feria Artesparto, una cita ineludible en el calendario de los sesmeros, sobre todo en el de Mª Carmen Etayo, Feli Etayo, Rosario Etayo, Julio Gurrea, Pili Gurrea, Mª Jesús Mangado, María Pérez, Mari Sádaba, Mª Carmen Soria y Dorita Zábal. Se trata del grupo de vecinos que año tras año muestra con alegría y cierta nostalgia cómo se trabajaba con el esparto, cómo se majaba, hilaba y trenzaba.
Para todos ellos este día es "muy especial", tal y como reconocían, porque dan un pequeño salto al pasado. "Para nosotras trabajar el esparto era lo habitual, no conocíamos otra cosa. Nuestros padres y abuelos ya se dedicaban a esto y nosotras con apenas seis años aprendíamos lo imprescindible", explicaban estas vecinas que añadían que, "aunque era muy duro, largo y laborioso, nos lo pasábamos en grande y nuestros recuerdos son muy buenos".
LAS MIGAS
Otro de los actos centrales del día fue la tradicional degustación de migas, plato estrella del que se sirvieron más de 2.500 raciones entre los asistentes.
Para el punto de la mañana, Ángel Armendáriz, Pedro Mª Etayo, Tomás Goicoa, Pedro Martínez, Teodoro Lumbreras, José Mª Palacios, José Mª Roldán, José Vidal y Kiko Zábal, todos ellos ataviados con una bata blanca impoluta, encendieron los fogones y se encargaron de hacer ocho grandes perolas de migas de las que no sobró nada.
Palacios recordaba que hace 17 años comenzó junto a Goicoa y Martínez a preparar dos perolas para rendir su pequeño homenaje al esfuerzo de los esparteros. Poco a poco, insistía, se fue aumentando la cantidad porque se quedaba escaso, y en la actualidad, aseguraba, "si hiciéramos diez o doce perolas, estamos seguros de que también se acabarían".
Este año, continuaba explicando Palacios sin parar de darle vueltas a las migas para que no se pegaran, utilizaron 140 kilos de pan, 16 de panceta, 40 de picadillo de chorizo, 6 de ajos, 24 de aceite y 40 de agua.
El resultado quedó patente en la calle; los dos puestos en los que se sirvieron las migas estuvieron toda la mañana abarrotados de gente.
OTROS ACTOS
La jornada también contó con actividades infantiles y con un gran mercado en el que hubo más de 60 puestos. Este año destacó el stand que se colocó para recaudar fondos para Ecuador y el puesto de aceites Condado de Almuza en el que el sesmero de 14 años, Antonio Rodríguez, vendió pequeños imanes hechos a mano por él mismo con un producto que simulaba el esparto.
LOS DETALLES
Esparto. Es una planta silvestre. Fue el "pan de los pobres" hasta los años 60.
17 años. La Feria Artesparto nació hace 17 años para que no se olvide el pasado del municipio.
Plato estrella. Se sirvieron 2.500 raciones de migas.
Relevo. Los cocineros y los esparteros reconocían que es necesario que los jóvenes se impliquen para mantener estas tradiciones.
Por MARÍA SAN GIL.