Sesma termina la reforma de la casa del Padre Tomás Esteban, que albergará objetos etnográficos
Las obras de rehabilitación de la casa del misionero Tomás Esteban de Sesma ya han concluido, a falta de perfilar los últimos detalles decorativos. El edificio, de propiedad municipal, servirá en un futuro próximo para albergar los artículos etnográficos de la localidad y del propio misionero.
El Ayuntamiento ha invertido en esta reforma 200.000 euros, financiados por el Gobierno de Navarra tras una enmienda del PSN a los Presupuestos Generales de Navarra de 2010.
Además, se han invertido otros 10.000 euros de las arcas municipales. Las empresas Comal e Ingenor se han hecho cargo de la obra civil, que ha consistido en mejorar el tejado con aislante, cambiar las cañerías, reformar la fachada, arreglar las cornisas, asegurar los balcones, tratar las maderas y tapar las grietas. También se ha soterrado el cableado y se ha renovado la red de saneamiento; se ha reformado el baño y el lagar, y se ha mejorado la estructura del segundo sótano, que tenía riesgo de hundimiento. "En definitiva, se ha arreglado todo lo que estaba en mal estado", resumía el alcalde de Sesma, el socialista Pedro María Mangado Pinillos.
La casa, ubicada en la calle Iglesia, permanecerá cerrada hasta que en la próxima legislatura se decida qué albergarán sus habitaciones. Por ello, todos los enseres y artículos que se guardaban en ella con anterioridad fueron catalogados por el grupo local de patrimonio histórico. "El objetivo es mostrar allí la historia de Sesma y del padre Tomás Esteban, y que esté abierta a las visitas", adelantaba Pinillos. Sin embargo, el edificio no tendrá categoría de museo. "Eso era algo más complejo y necesitábamos cumplir requisitos para los que la casa no está adaptada, como salida de emergencias o ascensor", reconocía el alcalde de Sesma.
La idea original es que la casa del padre Tomás Esteban abra sus puertas con tres colecciones: objetos del propio misionero; archivos históricos, fondos locales y aperos donados por los vecinos que repasen las formas de vida en Sesma, y artículos de esparto, una de las fuentes de ingresos de cientos de sesmeros durante décadas. La casa ya estuvo abierta en su día como museo desde 1973. Más tarde, los jesuitas, a los cuales pertenecía la casa después de que la hermana del padre Tomás la hubiera donado, decidieron venderla. Pero el pueblo se opuso y en 1993, la casa museo pasó a formar parte del patrimonio municipal.